jueves, 5 de noviembre de 2015

¿Cómo se tratan las pérdidas de audición en niños y bebés?

En el caso de las perdidas auditivas de causa conductiva por interferencias de líquidos y mocos acumulados en oído medio, generalmente a causa de otitis, el tratamiento suele ser médico y en ocasiones quirúrgico para facilitar el vaciado de este oído a través de los drenajes.
 En el caso de perdidas auditivas neurosensoriales, los audífonos son el principal tratamiento. El audífono son instrumentos que amplifican los sonidos, constan de: micrófono, amplificador y receptor. Una serie de opciones de circuitos modifican la forma en que el audífono hace que ciertos sonidos sean más fuertes y de esta manera las células ciliadas externas sí pueden captar los sonidos.
Se usan dentro o detrás de la oreja y vienen en varias formas y tamaños diferentes. Los audífonos pueden usarse en distintos grados de pérdida de audición moderada o grave.
 Ningún modelo o fabricante específico es mejor: la selección del audífono depende de las necesidades individuales del niño. La mayoría de los niños con pérdida de audición bilateral (en ambos oídos) usan dos audífonos.
 Además de los audífonos, la rehabilitación de la audición puede incluir terapia auditiva o para escuchar y lectura del habla (de los labios).
 Un implante coclear no permite recuperar la audición, sino que transmite información acústica a través de la cóclea dañada directamente al nervio de la audición. Tienen tres partes: una pieza retro auricular, un procesador del habla y un receptor que envía la señal de sonido al cerebro. Está destinado a los niños con pérdida de audición profunda para los que los audífonos no son de utilidad.
 Según crecen los niños, muchos otros dispositivos están disponibles para ayudarles a escuchar. Algunos dispositivos ayudan a los niños a que oigan mejor en clases. Otros facilitan la conversación telefónica o ver televisión.
Por ejemplo, los sistemas de enseñanza auditiva y los sistemas LOOP pueden ayudar a eliminar o disminuir otros ruidos y hacer más fácil que su niño oiga a alguien en una habitación o entorno lleno de personas. Otros, como los sistemas personales de frecuencia modulada (FM) y los amplificadores personales, son mejores para las conversaciones de persona a persona.
También para favorecer la comunicación de estos niños existen sistemas:
- El lenguaje a señas consta de signos manuales, movimientos corporales, expresiones faciales y gestos. Es un idioma con su propia gramática y sintaxis, las cuales son distintas de cualquier otro idioma. No tiene forma escrita.

 En resumen: el manejo de las necesidades de esos niños requiere profesionales muy especializados que sepan aconsejar cada caso de forma individual para conseguir los mejores resultados y el mejor confort del niño afectado.

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