viernes, 26 de septiembre de 2014

¿Cómo vamos de autoestima?

Es un sentimiento de valía personal que se va desarrollando a lo largo de la vida y donde los primeros años son cruciales. Los padres pueden ayudar a crear en sus hijos una autoestima sana y fuerte.

La autoestima se va creando poco a poco.
 



A veces  vemos  niños o adolescentes que tienen sentimientos de inseguridad y miedo a la hora de enfrentarse a las dificultades o retos de la vida. Se sienten incapaces de superarlos y en ocasiones llegan a evitar situaciones que podrían ser beneficiosas para ellos por culpa de ese temor y "tiran la toalla antes de intentarlo". Es posible que esa inseguridad nazca de un sentimiento de baja valía, de poca capacidad para enfrentarse a los problemas y que desistan de hacerlo.

 

 ¿De dónde viene la autoestima?

1. El vínculo. El niño debe sentirse integrado y querido por el resto de miembros de su familia, necesita unos lazos afectivos fuertes con su entorno. Es especialmente importante en los primeros años de vida donde el niño debe sentirse protegido y querido.

2. La diferencia. Es lo que nos hace singulares, lo que nos diferencia del resto. Parte del conocimiento de los padres hacia el niño y del respeto que ejercen los demás hacia esa diferencia (una forma de hablar o de vestir, nuestro sentido del humor, ser bueno en algún aspecto como el deporte o los estudios)

3. La libertad. Que podamos ir dando al niño poco a poco los recursos necesarios para que tome decisiones y pueda ir cambiando en su entorno (en los estudios, en su habitación, en el cuidado de un animal).

4. El modelo. Los padres son siempre modelos para sus hijos, "la guía a seguir" para lo bueno y para lo malo. Los niños aprenden cómo comportarse, qué cosas son importantes o no, a enfrentarse a situaciones y personas a través de los modelos que ejercen los padres. A partir de esas influencias ellos van desarrollando su personalidad, su identidad y su jerarquía de valores así como su moral.

5. La autonomía. Qué cosas es capaz de hacer sólo, qué habilidades tiene, qué recursos posee para enfrentarse a retos, dificultades y situaciones nuevas. Se puede entrenar, se le pueden presentar situaciones y ayudar a buscar soluciones, como un juego, hasta que lo hagan solos.

A medida que va creciendo, el niño necesita poner a prueba sus habilidades y competencias, que confíen en él y ver que cada vez pueda hacer más cosas sólo; organizarse, ayudar en casa, encargarse de su aseo y vestido, etc.

 
Hay que darles oportunidades de ser más independientes y autónomos. Saber que son capaces de hacer muchas cosas solos, es el elemento principal de sentirse capaz y con recursos, seguro de poder enfrentarse a situaciones y dificultades

Sabiendo que de las equivocaciones se aprende, no son un fracaso, son oportunidades de reflexionar, cambiar, adaptarse y volver a probar. Es por eso que la autonomía es la base de la autoestima. A mayor autonomía, mejor autoestima.
 

La autoestima es prácticamente un seguro de salud mental.

 

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