Dicen que
el primer impacto influye entre un 60 y un 80% en la idea que se hacen los
demás de nosotros. Esta estadística es perfecta para los adultos y para un
tiempo estimado entre 40 segundos y 5 minutos. Va más allá del efecto visual,
ya que necesitamos oír, oler, ver los gestos de la otra persona y alguna que
otra reacción y actitud para hacernos una idea aproximada de si cumple con
nuestras expectativas o no.
Cambiar las
primeras impresiones suele costar mucho, pero… ¿Y para un niño?
Los niños
tienen la genuidad y el don de no prejuzgar, de mostrarse tal y como son y
tienen la concepción de que los demás también actuarán igual. Por tanto, la
primera impresión que se llevan de los demás es una imagen clara, limpia y
basada en sus percepciones de bondad, belleza y comprensión del lenguaje, tanto
el verbal como el no verbal.
Los
primeros segundos y posteriormente los primeros minutos son cruciales para que
un niño te clasifique y tome una determinación respecto tu persona, por ello,
si vas a trabajar con niños, o vas a convivir con ellos es importante que en tu
primera toma de contacto te muestres tal y como eres, con tu mejor sonrisa,
pero también con determinación, ya que un mal comienzo puede provocar una mala
relación.
Es difícil
caerle mal a un niño… ¡Pero es posible! Los niños también tienen su
personalidad y sus percepciones, aunque generalmente se basan más en el
instinto que en la experiencia, un niño puede verse agobiado porque tu conducta
se contradice con los valores que le han enseñado sus padres o en la escuela, o
porque asocia tus gestos o actitudes con algo negativo.
Por tanto,
si vas a hacer de canguro o estás buscando un canguro es muy importante que los
primeros minutos seas observador y capaz de analizar las primeras reacciones… a
veces, “el feeling” es más importante que la técnica.
Post patrocinado por CanguroEnCasa ¿Tienes dudas sobre cómo encontrar un canguro para tus hijos? ¡Contacta con ellos, te ayudarán!
0 comentarios:
Publicar un comentario