Hay bebés que a las pocas horas de nacer ya tienen la cara
repleta de pequeños arañazos que se hacen ellos mismos con sus pequeñitas
uñas. Es importante perder el miedo a
cortárselas a pesar de que a muchos padres primerizos, sienten una cierta
angustia.
En esta época de la vida lactancia y primera infancia las uñas
crecen muy deprisa.
A continuación, explicaremos unos
truquillos para conseguir que ésta angustia vaya disminuyendo.
En los primeros meses es preferible cortarles
las uñas mientras están dormidos, en una postura cómoda y con unas tijeras
de punta roma. Generalmente una vez
por semana es suficiente.
Sosteniendo firmemente la palma de la mano del bebé con una mano, cortar las uñas con la otra.
Si por accidente se le ha hecho un pequeño corte, algo que hay que evitar y por lo que se aconsejan
las tijeras de punta redonda. Utiliza una gasa
estéril para aplicar una presión suave que pare la pequeña hemorragia.
Basta después lavar con un poco de agua
y jabón, no es necesario tapar la
herida, los bebés están constantemente chupándose las manos, no serviría de nada.
¡Y poco a poco os vais
convirtiendo en padres expertos!
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