Toses, mocos, irritación de garganta, gastroenteritis
varias,…etc.
¡Es el quebradero de todas las mamás que
llevan a sus hijos a la guardería!
No se puede. Los niños tienen que pasar por todas esas “virasis”: cada
proceso representa un contacto con un virus nuevo para el bebé que de esta
manera va fabricando defensas y desarrollando su sistema inmunológico.
Dicho esto, también hay que conseguir que las guarderías no sean un caldo
de cultivo constante, es decir:
- Medidas higiénicas: el 90% de las infecciones se trasmiten a través de
las manos, lavémonoslas con frecuencia.
- Los niños tienen que estar en casa 24 horas sin fiebre después de un
proceso vírico, no vale ibuprofeno y a la guardería y ya me llamaran.
- No dar antibióticos al niño, cuando lo que tiene son procesos víricos,
con ello no prevenimos nada, alteramos sus defensas (del niño), flora
intestinal,...etc. y favorecemos la aparición de resistencias a los
antibióticos, actualmente un problema ya grave.
- Alimentación adecuada y variada, sin carencias nutricionales. Si el
niño come de todo no necesita vitaminas.
Aunque sea complicado creemos que es recomendable posponer el inicio de la guardería
hasta los 2 años, no hace falta hacer un intensivo de desarrollo del sistema
inmunitario, y el niño tampoco necesita la socialización precoz, tiene mucho
que aprender los 2 primeros años de vida y lo puede hacer en casa.
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